viernes, 6 de junio de 2014

Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores


Año de fundación: 1959.

Sede canónica: Parroquia de San Isidoro el Real.

Pasos: Calvario Yacente y Dolorosa.

Procesión: Viernes Santo (tarde) y Sábado Santo (mañana).


Historia

La actual Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores es heredera del movimiento cofrade surgido en la parroquia de San Isidoro el Real a lo largo de los siglos. Ya tenemos noticia del mismo en las Constituciones de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Ánimas Antiguas, de 1 de junio de 1777, como actualización, unión y refundición, de dos anteriores a los años 1652 y 1664 respectivamente: «considerando que las anteriormente hechas no regían según el estilo, y costumbre que actualmente se observa, su fecha de las unas del año mil seiscientos cincuenta y dos; y las otras de el de seiscientos sesenta y cuatro, eran dos distintas Cofradías, que se unieron y, refundieron en solo una con el titulo de Soledad, y Animas Antiguas en veinte y seis de enero de setecientos veinte y siete».

En dichas Constituciones se señalan las obligaciones de los cofrades, que difieren según su condición: sacerdotes o legos. Describen los oficios o cargos con los que contaban: un Rector, dos Celadores, un Mayordomo, un Secretario, un Fiscal y dos Muñidores, definiendo con detalle las diferentes responsabilidades. Nada sabemos de la fecha hasta la cual pervivió, ni a qué fue debido su desaparición ya que los últimos documentos que conocemos se remontan a mediados del siglo XIX.

Un siglo más tarde, en mayo de 1952, se constituye la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores. Se regía por una Junta Rectora, al frente de la cual figuraban dos Hermanos Mayores: uno nato, el Director de la Escuela de Artes y Oficios y otro, en colaboración y sustitución, que era el Presidente de la Sección de Hombres de la Acción Católica de San Isidoro. Podían pertenecer a la Cofradía «todos los varones de 15 o más años de edad y las señoras y señoritas que lo deseen sin limitación alguna». Contaban con un hábito compuesto de túnica blanca (amarillenta) de lanilla, cíngulo grueso de cáñamo y manto de panilla negra. Y un cubre cabeza de raso negro.

Las citadas Constituciones fueron aprobadas por el entonces Obispo de la Diócesis Don Francisco Javier Lauzurica y Torralba, el día 4 de junio de 1952. Por último, en el 6 de noviembre de 1995, se constituye la actual Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores, actualización de las anteriormente citadas y cuya primera salida procesional tuvo lugar el 5 de abril de 1996. Las penúltimas Reglas fueron aprobadas por el Arzobispo de la diócesis (hoy emérito), Don Gabino Díaz Merchán, el 6 de julio de 1999. En el año 2006 se procedió a la revisión de las Reglas para someterlas a la aprobación del titular de la diócesis, Don Carlos Osoro Sierra.

Nuestra Parroquia

La Parroquia de San Isidoro el Real es una de las más antiguas de la Ciudad de Oviedo, ya que fue fundada hacia 1200. Primitivamente, estuvo situada en lo que hoy es la plaza del Paraguas, en el entonces llamado barrio de «La Viña», pasando a su emplazamiento actual —la antigua Iglesia jesuítica de San Matías— el 17 de abril de 1700. La portada de la antigua parroquia se conserva en el Campo de San Francisco.

El edificio cuenta con una sola torre —circunstancia muy común en otras construcciones religiosas en Oviedo—, debido a la penuria económica de la región, aunque estaban previstas inicialmente dos.

Su construcción, sobre un proyecto del jesuita Juan de Tolosa y con el patrocinio de Doña Magdalena de Ulloa —esposa de D. Luis Quijada y aya de Don Juan de Austria—, se inicia en 1578, terminándose en 1681. En el siglo XVIII se realizaron mejoras en las que intervino el arquitecto asturiano Manuel Reguera González.

Cuenta con variados y ricos retablos barrocos, en los que figuran obras, entre otros, de Luis Fernández de la Vega y Antonio de Borja, entre los que merecen destacar el Mayor, el llamado «de la Pasión», donde se veneran las imágenes de Nuestra Señora de los Dolores o de la Soledad y el Santo Cristo Yacente —cotitulares ambos de la Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores—, así como el de «El Calvario».

Por haberse negado a figurar como tal la citada Doña Magdalena de Ulloa, consta como fundador del templo el antiguo obispo de Oviedo y posterior arzobispo de Granada D. Martín Carrillo Alderete (1576-1653), cuyo cadáver embalsamado se conserva en una urna colocada en un arcosolio situado en el lateral del presbiterio.

La iglesia presenta tres naves, una central y dos laterales, éstas transformadas en capillas comunicadas por arcos de medio punto.

Hábito

El hábito de la Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores es el siguiente:

Viernes Santo: Túnica negra sencilla, capuchón (sin estructura) negro con el escudo de la Cofradía bordado en su parte delantera, cíngulo, cordón y guantes blancos y al cuello, cruz de madera desnuda.

Sábado Santo: Túnica negra sencilla, capuchón alto de color violado, cíngulo, cordón y guantes del mismo color y al cuello, medalla con un corazón traspasado por una daga.

Publicaciones

La Cofradía edita todos los años desde 2000 la revista Paso a Paso, de distribución gratuita, en la que colaboran diversos autores con trabajos relativos a la misma, tales como historia, actividades, efemérides, etc.

De igual forma, y para el régimen interior también publica El Muñidor, órgano de información a los cofrades.

IMÁGENES TITULARES

Nuestra Señora de los Dolores o de la Soledad

Obra atribuida al escultor Antonio de Borja y Zayas. Se trata de una imagen de las llamadas de vestir (sólo las manos y la cabeza están talladas), realizada en madera policromada en el siglo XVIII.

Existe constancia documental de que en fecha 17 de abril de 1770, con ocasión del solemne traslado desde el antiguo templo parroquial Ntra. Sra. de los Dolores o de la Soledad

Obra atribuida al escultor Antonio de Borja y Zayas. Se trata de una imagen de las llamadas de vestir (sólo las manos y la cabeza están talladas). Realizada en madera policromada en el siglo XVIII.

Existe constancia documental de que en fecha 17 de abril de 1770, con ocasión del solemne traslado desde el antiguo templo parroquial —situado en la hoy conocida como plaza del Paraguas— al actual, figuraba una imagen de Nuestra Señora de la Soledad, que allí se veneraba desde tiempo inmemorial, en un artístico retablo, el cual fue vendido, junto con otros, en 1779 por el precio alzado de 2.332 reales.

Santo Cristo Yacente

Talla que representa a Jesús muerto. Atribuida al escultor asturiano Luis Fernández de la Vega, se realizó en madera policromada en el siglo XVIII.

Inicialmente fue un Cristo articulado, a fin de ser utilizado en la ceremonia del Desenclavo o Descendimiento de la Cruz, la que tenía lugar inicialmente en el Convento dominico de Nuestra Señora del Rosario, y que con la expulsión de éstos, pasó a celebrarse en la Parroquia de San Isidoro el Real.

Se desconoce cómo llegó la imagen a la actual parroquia, siendo fácil que perteneciese a los jesuitas antes de su expulsión, pues en el inventario de la antigua parroquia no figura ninguna talla de tales características. Lo que sí se conoce es que al menos desde 1867 figuraba en la procesión del Santo Entierro o «Entierro de Cristo», como primitivamente fue llamado, que tenía lugar cada Viernes Santo por las calles de la ciudad.

Otras imágenes

El Paso de los Niños.—Imagen de Jesús Niño en la Cruz. Talla de mediados del siglo XX. Es portado y acompañado por los más pequeños de la Cofradía que reciben el nombre de «Los Morabetinos de la Dolorosa». Salió por vez primera el 9 de abril de 2004.

Ecce Homo.—Imagen-busto de Jesús con corona de espinas, caña en las manos y manto de color púrpura, tal y como señala el relato evangélico. Atribuido a Antonio de Borja y Zayas. Realizado en madera policromada en el siglo XVIII. Salió por primera vez el 14 de abril de 2006.

Paso del Calvario.—Por haber procesionado con nuestra Cofradía en los años 2000 y 2001, aunque en la actualidad no lo haga, debido a su elevado peso y el gran número de costaleros que precisa, ha de citarse también. Se trata de un grupo escultórico formado por Cristo en la Cruz, la Santísima Virgen, San Juan y María Magdalena (ésta, arrodillada a los pies del Crucificado). Atribuido a Antonio de Borja y Zayas. Realizado en madera policromada en el siglo XVIII.

Las imágenes citadas, son propiedad de la Parroquia de San Isidoro el Real y las de mayor tamaño, se encuentran expuestas al culto durante todo el año en hermosos retablos barrocos que pertenecieron a la antigua iglesia jesuítica de San Matías.

PROCESIONES Y PASOS

Procesión del Santo Entierro (Viernes Santo)

Hora de salida: 6 de la tarde.

Lugar: Parroquia de San Isidoro el Real.

Recorrido: Plaza de la Constitución, Magdalena, Campomanes, Martínez Marina, Cabo Noval, San Francisco, Plaza Porlier, Plaza de la Catedral (ceremonia del Encuentro), Rúa, Cimadevilla y Plaza de la Constitución.

MORABETINOS DE LA DOLOROSA.—Es el paso de los más pequeños de la Cofradía. Los niños acompañan a la procesión en el primer tramo, desde el año 2004, portando una imagen de un Niño Jesús sobre un pequeño trono. La imagen procede de los talleres de El Arte Cristiano de Olot y fue regalada a la parroquia por una familia de feligreses. Su valor es más sentimental que artístico.

ECCE HOMO.—Procesionó por primera vez en el año 2006 sobre los hombros de los adolescentes de la Cofradía. Efectúa su salida sobre unas antiguas andas sobre las que procesionaba Nuestra Señora de de los Dolores. Se atribuye la autoría al imaginero Antonio de Borja (1661-1730).

YACENTE.—Realiza su salida procesional sobre los hombros de veinticuatro costaleras bajo la dirección de otra mujer como capataz y escoltado por la Guardia Civil. El Cristo Yacente es portado en una urna de madera recubierta de pan de oro sobre un paso estrenado en el año 2005 decorado con iconos bizantinos que representan a la Virgen de la Pasión y al Pantocrátor.

DOLOROSA.—El Paso de la Dolorosa hace su recorrido detrás de la urna con su Hijo muerto. Es portada por veinticuatro costaleros con su capataz y escoltado por la Policía Nacional. Sobre su trono procesional decorado con tallas de castaño y sobre un vergel de flores la Señora de Oviedo, traspasado su corazón por siete puñales, acompaña a su Hijo en la espera de la Resurrección.

CEREMONIA DEL ENCUENTRO.—Ante las puertas de la Catedral tiene lugar, desde el año 2004, un breve rito de inspiración oriental, lleno de amor y veneración ante la imagen del Yacente. Un grupo de niños, los Morabetinos de la Dolorosa, lo honran derramando pétalos de flores sobre la imagen, mientras un sacerdote lo inciensa después de haber recitado un texto que recuerda lo que hizo José de Arimatea una vez descolgado el cuerpo de la cruz. A continuación reemprende su camino inclinándose la imagen de Nuestra Señora de los Dolores a su paso.

Procesión de la Soledad (Sábado Santo)

Hora de salida: 10 de la mañana.

Lugar: Parroquia de San Isidoro el Real.

Recorrido: Plaza de la Constitución, Magdalena, Campomanes, Martínez Marina, Cabo Noval, San Francisco, Plaza Porlier, Rúa, Cimadevilla y Plaza de la Constitución (Oración y canto del Himno).

SOLEDAD.—Es la misma imagen del día anterior solamente que lleva el corazón traspasado por un solo puñal. Es escoltado por el Cuerpo Municipal de Bomberos. Y acompañada por un grupo de señoras vestidas con la tradicional mantilla española.

ORACIÓN E HIMNO.—Al hacer su entrada de regreso en la Plaza de la Constitución por debajo del arco del Ayuntamiento, el Rector dirige una oración en la cual se lee un texto del Evangelio y con el Trono elevado sobre las cabezas de los costaleros se canta el Himno a la Virgen y se sueltan palomas.

DISTINCIONES

Medalla de Oro de Oviedo

La Medalla de Oro de la ciudad es una recompensa municipal, creada para premiar méritos extraordinarios que concurran en personalidades, entidades o corporaciones, tanto nacionales como extranjeras, por haber prestado servicios a la ciudad o dispensado honores a ella.

Consiste en un disco de 50 mm de diámetro, con las siguientes características: en el anverso, llevará en relieve la Cruz de los Angeles, blasón heráldico de la ciudad, y a su alrededor la inscripción de «MUY NOBLE — MUY LEAL — BENEMERITA — INVICTA — HEROICA Y BUENA CIUDAD DE OVIEDO», que figura en el escudo de Oviedo; en el reverso, el nombre y apellidos del homenajeado y la fecha de la concesión, orlado con una corona de laurel en relieve y todo rodeado por la siguiente inscripción: «EL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE LA CIUDAD DE OVIEDO".

En el Pleno extraordinario del Excelentísimo Ayuntamiento de Oviedo, celebrado el 3 de abril de 2006, con los votos a favor de los concejales del Partido Popular y la abstención de los pertenecientes al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) e Izquierda Unida (IU), se acordó conceder a la imagen de Nuestra Señora de los Dolores o de la Soledad la MEDALLA DE ORO DE LA CIUDAD.

Se trata de la segunda imagen mariana de la Ciudad de Oviedo que recibe tal distinción, ya que el 25 de mayo de 1952, se concedió la misma a la imagen de Nuestra Señora de Esperanza, popularmente conocida como «La Balesquida», titular de la Cofradía del mismo nombre y cuyos orígenes se remontan al siglo XIII.

La recepción de tan preciada condecoración tuvo lugar en el pórtico de la Parroquia de San Isidoro el Real el día 12 de abril siguiente, en que el Excmo. Alcalde de Oviedo, D. Gabino de Lorenzo Ferrera, hizo entrega de la misma al titular de la Parroquia y Director Espiritual de la Cofradía, D. José Luis Alonso Tuñón, en presencia del Hermano Mayor, D. Ricardo Loy Muñiz, así como de la totalidad del Cabildo de Oficiales de la Cofradía y distinguidos invitados.

El día 14 siguiente (Viernes Santo), durante la celebración de la Pasión matinal, se procedió a su bendición, mediante la siguiente oración:

«Oh Dios, autor y dador de todos los bienes, bendice esta medalla con la que el pueblo ovetense quiere honrar a tu Santísima Madre en la advocación de Nuestra Señora de los Dolores o de la Soledad, por los desvelos y protección que a lo largo de los siglos ha dispensado a los habitantes de esta Noble Ciudad y haz que las generaciones venideras mantengan el cariño y devoción que siempre le han dispensado. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.»

Ese mismo día, en la procesión del Santo Entierro, lució la Virgen de los Dolores o de la Soledad, por vez primera por las calles de la ciudad, tan alta distinción, entre la admiración y el respeto de ovetenses y foráneos.


FUENTE: Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores



Texto procedente de VIVIRASTURIAS.COM


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